Los estertores del año

Nunca he sido gran «fan» de la navidad. La he disfrutado pero sin ser una época que me cause algo especial interiormente.

Suelo relacionarla con una temporada para hacer examen de conciencia y sacar el saldo del año. Fuera de eso, me resulta, por decir lo menos, totalmente intravenosa.

En esta ruta que será corta porque hace frío y porque para iniciar diciembre ya llego cansado, prefiero adelantar el saldo del 2008: Estuvo de la chingada (hay eventos y situaciones que para toda práctica siento que pertenecerán al 2009 aunque hayan iniciado en estas últimas semanas. lo único que hace al 2008 tolerable en su recta final).

Lo inicié emocionado e ilusionado, con un gran trabajo y una casa increíble. Hasta existía en mi iPod un ridículo playlist titulado Merry Little 2008, llena de canciones que me ponían de buenas.

En el transcurso del mismo, perdí un gran amigo, una casa, una relación, me cambié de ciudad y me he lastimado la pierna suficientes veces como para poder considerar que quizás esta lesión muscular me haga dejar de correr… uno de esos pocos placeres que me quedaban tras tanto duelo y tristeza.

En fin. Ni la vida se acaba ni se detiene el mundo. Las cosas no son tampoco tan malas. mi trabajo lo disfruto totalmente y los amigos que he encontrado ahí han sido una gran ayuda, sumados a los de siempre, los incondicionales.
Estamos en proceso para estar mejor… poco a poco.

Por hoy, con la navidad aterrizando cual platillo invasor sobre tierras regiomontanas (lo cual hace como plaga biblica llenando de espiritu navideño gringo los corazones y jardines y casas y negocios de los regios) el saldo está hecho.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.