Mi Proyecto Gutenberg

Durante los siguientes días (que bien podrían convertirse en algunas semanas) me daré a la tarea de completar un proyecto largamente pospuesto: publicar en formato de libro (o mejor dicho, de ebook o libro electrónico) una serie de crónicas de viaje que escribí hace 10 años mientras viajé por algunos meses en modalidad backpacker por el sureste de Asia.

Tengo algunas razones para hacer esto. La primera, rescatar y compartir esas personales crónicas. Ese viaje fue un experimento y una aventura, y lo escrito allá fue en sí también un experimento y una aventura.

Me explico. Por una parte me permitiría mantenerme en contacto con mi familia y algunos amigos durante esos meses (contexto: esto fue en el lejano 2003, una era previa a Facebook, Twitter o YouTube, cuando nadie pensaba en actualizaciones de estado y antes de la fiebre de traer con nosotros todo el tiempo smartphones con acceso a internet), me daría la posibilidad de hacer algunos ‘ensayos’ sobre cómo contar experiencias (en tono, en forma, en estilo, desapareciendo días sin que se notara o jugando con una narración en tercera persona. Curiosidades meta-literarias de todo tipo sumadas a mi entonces reciente interés por analizar/estudiar más el ejercicio del oficio periodístico y la ‘elaboración’ del estilo personal-profesional de contar historias o contenidos que cada especialista desarrolla), y sería una forma de llevar un buen registro de lo que viviera, que con el paso de los meses o años pudiera revisitar con otra óptica, algo que también me llamaba la atención en los terrenos de cómo usamos la memoria, cómo construimos los recuerdos y cómo le damos lecturas e interpretaciones a lo que se vive. Clavadeces, curiosidades o pachequeses, pueden definirlo como prefieran.

 

Otra razón para publicar este libro es la curiosidad de desarrollar un pequeño proyecto aprovechando las actuales herramientas digitales que permiten a cualquiera publicar un libro (o un ebook). Conocer sus pros y contras, aprovechar sus ventajas, usar las distintas plataformas o formatos (epub, pdf, Amazon y su Kindle y iBooks Author) y entender mejor desde otra perspectiva la actualidad editorial para autores en todo el mundo.

Lo que por ahora no me interesa mucho descubrir es el funcionamiento comercial de estas plataformas -sería absurdo de mi parte querer cobrar por una serie de textos de viaje que no son más que curiosos ejercicios y experimentos, cuando de suyo me pregunto a quién podría resultarle interesante leer esto-, así que todas las versiones que llegue a publicar del libro (por cierto, su título es Bitácora Mochilera) serán gratuitas.

 

Una razón más, y siento que no es una razón menor, es que este 2013 se cumplen diez años de ese viaje. Me resulta imposible describir lo mucho que ese viaje provocó en mí: aprendizajes, enseñanzas, reflexiones, ideas, creencias, filosofías y un largo etcétera. Y creo que juntar las historias asociadas a todas esas cosas en un solo libro es un buen regalo de cumpleaños para esa experiencia de vida.

El efecto dominó de muchas aventuras y oportunidades personales y profesionales durante los últimos diez años empezaron precisamente tras ese viaje. Sin ese viaje no hubiera decidido irme un año después en plan año sabático a vivir al sur de Tailandia solo para tener que regresar 10 meses después por vivir de cerca el tsunami. De no ser por el tsunami, no hubiera regresado a México en 2005, y no hubiera estado en posición de aceptar la invitación a irme a trabajar en proyectos de Endemol en Colombia y Argentina durante ese y el siguiente año. Y así le podemos seguir.

En su momento, algunas de las crónicas de viaje (que llegaban por mail a una reducida lista de correos de familiares y amigos), fueron publicadas en el canal de Viajeros y Viajes de Terra.com (aquí una re-publicación que hicieron unos años después). No me resistí a la curiosidad de ver qué tal funcionaban como contenidos (con una periodicidad bastante flexible y libre) en un espacio especializado y acepté la propuesta de publicar algunos ahí. Tuvieron buena respuesta (algo que siempre agradecí), pero después de algunas entregas yo quería seguir escribiendo sin pensar en que se publicaría, para no estar tan consciente de lo que escribía y dejarme llevar más, y simplemente divertirme más, en el proceso; dado que ya empezaba a verlo como una suerte de obligación y lo que yo quería era ‘querer escribir’ y no ‘tener que escribir’.

El resultado de todo eso pronto estará en línea al alcance de quien quiera distraerse un rato. Apenas termine estos procesos de reformateo  y adaptación, aquí en el blog publicaré las ligas para las descargas según el formato que prefieran.

 

 

Ya les contaré qué tal resulta la parte de convertirlo para estos diferentes formatos y el ponerlo disponible en las diferentes librerías virtuales. Quién lo hace más fácil y qué resulta más atractivo entre el genérico formato .epub, el popular y pragmático pdf, el especializado KDP de Amazon para el kindle o el multimedia de iBooks Author para publicar en la iBookStore para iPad y iPhone.

Los de The Atavist tienen también un formato multimedia muy interesante y atractivo que me gustaría probar, pero hasta dentro de unas semanas liberan el software beta para publicar. Así que para ese habrá que esperar. (Mientras, les recomiendo MUCHO la app para iPad, su sitio y sus reportajes multimedia)